Este 24 y 25
de abril Madame Butterfly en la sala José Felix Ribas
Este jueves 23 de abril se llevó a
cabo el último ensayo general de la obra Madame Butterfly, enmarcada en el Ciclo de Ópera del Teatro Teresa Carreño y el
Festival de Teatro de Caracas. Ambos eventos se unen para traernos dos
presentaciones, una el viernes 24 de abril y otra el sábado 25, ambas en la
sala José Félix Ribas del Teatro Teresa Carreño.
Madame Butterfly es un clásico
operático con música de Giacomo Puccini y letra de Giuseppe
Giacosa y Luigi Illica, estrenado con éxito por primera vez en Brescia,
Italia, el 28 de mayo de 1904. Esta vez, José Rafael “Fucho” Pereda trae la
pieza a la sala caraqueña, empleando un montaje minimalista, sencillo, que con
el juego de luces lilas, naranjas y azules acompaña a los personajes y refleja
sus emociones, para hacer énfasis en ellas y de alguna manera pintar los
matices que brinda la música de Puccini. La escenografía, con pocas líneas,
describe el ambiente asiático de la casa de Pinkerton y Cio Cio San
(Butterfly), donde se llevan a cabo las escenas.
Luis Morales Bance, en la dirección de
la Orquesta Filarmónica Nacional, realizó pocas pausas para repasar áreas de
duda, mientras los actores, a pesar de la falta de aire acondicionado y de
estar ataviados con pesados vestuarios, continuaron con la función como si
nada, dando muestras de su profesionalismo.
Los asistentes aplaudieron de pie a la
soprano Dorian Lefebre (en el papel de Butterfly) cuando, en la escena segunda,
lleva a cabo con éxito la compleja área Un bel dí vedremo, en la que la geisha expresa
a Susuki, su criada, el optimismo y a la vez la duda que la embarga sobre el
regreso de Pinkerton, su amado, dando la cantante muestras de un amplio
registro y gran potencia.
Otro punto central en la presentación
fue la aparición de una pareja perteneciente al Ballet del Teresa Carreño,
durante el final del segundo acto, mientras Butterfly, su hijo y Susuki duermen
en la espera de la llegada del barco de Pinkerton, que con movimientos limpios
y delicados parecen reflejar el conflicto interno de la protagonista por la
marcha del marín y su extraño regreso. En ese momento, entra por los costados
un grupo del Coro de Ópera Teresa
Carreño, que con sus cantos representa los ruidos matutinos de Nagasaki,
que anuncian el alba.
A pesar de que esta presentación es
parte de la programación de cierre del Festival de Teatro de Caracas, el Ciclo
de Ópera del Teresa Carreño tiene pautada una obra más, Cavalleria Rusticana,
de Pietro Mascagni, para el 30 de abril y el 3 de mayo de este año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario